La garnacha es una de las principales uvas en España, que dirige el destino de miles de botellas de vino en algunas de las principales Denominaciones de Origen en España. Sin embargo, esto ocurre desde hace unos 10 años aproximadamente. ¿Qué ha pasado?
Aunque la uva garnacha es una variedad que se cultiva en España desde hace siglos, durante los años 80 y 90 el auge de la variedad tempranillo provocó una notable disminución de su producción. En esta época, la garnacha cae en desgracia al ser considerada como una variedad de baja calidad y de escaso rendimiento. Ante estas valoraciones, su desprestigio es tan considerable que incluso es eliminada en la composición de las etiquetas de los vinos y en las fichas de las catas.

Su destino era el de acompañar a otras uvas principales como la Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, etc. Uvas muy plantadas en nuestro país pero foráneas, no consideradas autóctonas. Uvas que no representan ni dan autenticidad ni personalidad a un territorio.
Afortunadamente esta tendencia de querer parecerse a otras regiones vitivinícolas que no tienen nada que ver con las nuestras ya ha pasado. Era una tendencia sin sentido por motivos obvios, pues la latitud, los tipos de terreno, el clima, la historia o la tradición son elementos únicos en cada país.
Actualmente, una nueva valoración de sus excelentes propiedades y un correcto tratamiento, la convierte en una varietal que da origen a algunos de los mejores vinos de Rioja del momento.

Índice de contenidos
Origen de la uva garnacha
La garnacha es considerada una uva autóctona de España, concretamente de la zona de Aragón y, además de ser una de las variedades más cultivadas de nuestro país, es la variedad mediterránea más cultivada en el mundo.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado su existencia en Cerdeña desde hace unos 3000 años, por lo que debemos mantener la duda.
Actualmente, países como Reino Unido, África, Australia, California y Chile cuentan con importantes plantaciones de esta variedad ya que produce vinos con personalidad y buen cuerpo que gustan al consumidor actual por su sabor afrutado, suaves taninos y un agradable sabor final en boca.

Características de la uva garnacha
La uva garnacha se caracteriza por ser de media-temprana maduración y, aunque es sensible a plagas y enfermedades, entre sus cualidades hay que destacar la alta resistencia que presenta a temperaturas extremas y a la oxidación. Igualmente, su facilidad para adaptarse a suelos pobres y a temperaturas extremas, hace posible que se cultive prácticamente por toda la geografía española, excluyendo a Asturias, Galicia y Canarias.
La garnacha es una uva de gran versatilidad ya que su gran variedad permite la elaboración de diferentes tipos de vinos que se caracterizan por su gran personalidad y cuerpo. El vino garnacha, ya sea tinto, blanco, rosado, dulce o espumoso, goza actualmente de un gran reconocimiento internacional.
Podemos decir que se trata de una uva todoterreno.
Variedades de uva garnacha
Existen diferentes variedades de uva garnacha y cada una de ellas posee sus propias peculiaridades.
Garnacha tinta
La garnacha tinta es la variedad más cultivada a nivel mundial. Su cepa se caracteriza por ser una variedad tardía y de gran vigor que la hace muy resistente al viento y a las sequías. Produce racimos cónicos grandes y compactos; su uva es de piel gruesa, tamaño mediano y posee un alto contenido en zumo.
El vino garnacha que procede de esta variedad puede ser tinto, rosado o dulce, generalmente presentan un color poco intenso y un gran aroma. También tienen un alto contenido en alcohol, son de cuerpo medio y ofrecen una buena acidez en boca. En su contra, la garnacha tinta envejece rápidamente y es muy sensible a la oxidación.

Garnacha blanca
La garnacha blanca procede de una mutación de la variedad tinta y destaca con respecto a esta por su mejor adaptabilidad a climas cálidos y secos. Los racimos son de color amarillo verdoso, de tamaño mediano y muy compactos; las uvas son redondas y de piel muy gruesa.
El vino garnacha de esta variedad es blanco y sus caldos presentan un color amarillo-dorado, son aromáticos y afrutados. Los vinos de garnacha blanca destacan por su gran cuerpo, baja acidez y por su alta graduación alcohólica y se han convertido en un auténtico icono dentro de la categoría de vinos blancos con carácter Mediterráneo.

Se trata de una uva muy plantada sobre todo en Catalunya, donde se elaboran vinos blancos extraordinarios. Además, esta uva blanca es una aliada del paso del tiempo y acepta elaboraciones acompañadas de estancias en barricas de roble.
Garnacha gris
La garnacha gris también tiene su origen en una mutación de la variedad tinta. Se trata de una variedad no muy común que se desarrolla en un entorno Mediterráneo pobre y árido. Su nombre viene dado por la apariencia blanquecina que presenta el revés de sus hojas al estar recubierta de una fina vellosidad.
Esta variedad de uva garnacha es de maduración tardía, se caracteriza por su compacto y pequeño racimo con uvas redondas de tamaño mediano-pequeño, piel gruesa y de color entre azul y negro.
Los vinos garnacha gris son de alta graduación alcohólica y generalmente esta variedad es utilizada en coupage para elaborar vinos con una mayor intensidad de color y con un sabor más afrutado.
Garnacha tintorera
La garnacha tintorera es una variedad que cuenta con escasa presencia en los cultivos de nuestro país. Se diferencia de sus hermanas por presentar un intenso y brillante color púrpura y por ser la única en tener su pulpa de color violáceo. Los vinos garnacha tintorera son de color intenso, poseen una graduación media, un aroma a frutas y flores y se destinan principalmente en mezclas con otros vinos de menor intensidad.
La uva garnacha y sus Denominaciones de Origen en España
Tal y como hemos comentado al inicio, en España la Garnacha lleva plantada desde hace siglos. Regiones tan importantes como Aragón (Calatayud), Navarra, Catalunya, en el Priorat (representando el 40% del total del viñedo plantado), Madrid (Sierra de Gredos), La Rioja y muchas otras más en menor importancia de plantación, han dado una nueva vida a esta uva semi-olvidada y la han incorporado como abanderada de sus bodegas. La acidez y la frescura se han convertido en protagonistas principales de una película encantadora cuyo título es “Delicadeza y Sutilidad”.
A pesar del desprestigio de la uva garnacha durante gran parte del siglo XX, actualmente podemos hablar del resurgir de esta cepa. Gracias a ella, en España se elaboran una gran variedad de vinos con Denominación de Origen de reconocimiento internacional. A continuación repasamos las zonas más destacadas:
- Campo de Borja: al noroeste de la provincia de Zaragoza se producen los vinos con DO Campo de Borja. Sus tintos monovarietales de uva garnacha gozan de un gran prestigio y no solo por la alta calidad; la personalidad y complejidad de sus caldos han permitido que se posicione como una DO de indiscutida referencia a nivel internacional.
- Terra Alta: Terra Alta (Tarragona) es una DO que ha sido galardonada en repetidas ocasiones en el certamen internacional «Garnachas del Mundo». Sus vinos varietales blancos destacan por su alta calidad, cuerpo y por su inconfundible sabor a Mediterráneo.
- Calatayud: la uva tinta es la principal variedad de garnacha que se produce en los 46 municipios de la provincia de Zaragoza que componen esta DO. La producción de vinos tintos es muy superior a los blanco, aunque ambos reflejan fielmente su carácter Mediterráneo. Son vinos muy bien estructurados, afrutados, con ciertos matices a minerales y muy sabrosos en boca.
- DOQ Priorat: esta DO no suele producir muchos vinos monovarietales de uva garnacha debido a que su reducida superficie de producción y por las características pizarrosas propias de la tierra, dan origen a vinos muy concentrados. No obstante, los escasos monovarietales que produce se han merecido el reconocimiento internacional.
- Montsant: aunque procede de la misma región que la DO Priorat, su diferencia reside en que su cultivo se realiza en terrenos llanos y calcáreos que dan lugar a unas garnachas potentes pero más fluidas.
La garnacha en el mundo
La garnacha es la variedad de uva tinta más plantada en el mundo. Desde España se comenzó por expandir a Francia, al sur de Italia y a Grecia. Pero su facilidad de adaptación ha permitido que su cultivo sea posible fuera del territorio típicamente Mediterráneo. Actualmente su cultivo se extiende por Australia, África, California, Chile, Canadá, México, Reino Unido y Argentina. Se estima que el cultivo de uva garnacha en el mundo supera las 200.000 hectáreas; solo en España se produce la mitad de esta producción.

Si nos centramos en el país galo, es una uva muy plantada y apreciada en zonas tan importantes como Côtes du Rhône, Châteauneuf-du-Pape, Languedoc-Rosellons.
En la isla de Cerdeña, posible lugar de origen, es conocida comúnmente como Cannonau, y proporciona colores intensos y de alta graduación.
Curiosidades de la garnacha
El resurgir de esta variedad tiene motivos más que justificados y como datos curiosos:
- Las garnachas viejas criadas en terrenos pobres dan uvas muy concentradas con las que se producen unos vinos de calidad extrema.
- Es tan versátil que permite producir desde vinos jóvenes y ligeros, vinos cálidos y de gran sabor hasta vinos que destacan por su gran complejidad y elegancia. Ya sean vinos tintos, blancos, rosados, dulces o cavas, todos cuentan con el sello inconfundible de las garnachas.
- Expertos de todo el mundo elogian y destacan el enorme potencial de esta variedad de uva.
- La uva garnacha también se utiliza para elaborar vinos dulces naturales debido a su alto contenido en azúcares. Un claro ejemplo son los vins de Banyuls.