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Vino y Queso, un Maridaje complejo pero exquisito

Al igual que en maridaje para degustar un buen chocolate, el mundo del queso es eso, todo un mundo.

Un alimento exquisito, que lo comemos casi diariamente y posiblemente lo maridamos muy mal. Aquí hablaremos en términos muy generales porque de lo contrario, al tratarse de un alimento tan complejo, podríamos estar escribiendo sobre el tema un poquito cada día. Y como bien sabrás, queremos abordar también muchos otros conceptos relacionados con el vino.

Cuando hablemos de maridaje de vinos y quesos, nos referiremos al queso que comemos para disfrutarlo y apreciarlo por ejemplo, en una cata de quesos, en un restaurante o en casa cuando hemos decidido ir a una tienda especializada y comprar una serie de quesos para conocerlos y degustarlos.

Distinguiremos en primer lugar los quesos de pasta dura y blanda, después los quesos de vaca, oveja y cabra.

Maridaje según el tipo de queso

¿Vino blanco o vino tinto?

Normalmente si el queso es blando, el mejor vino para quesos corresponderá a un vino blanco. Esto es, los famosos bries, camemberts, roqueforts, sólo por nombrar a los más conocidos. Y normalmente, los quesos muy curados, duros, maridan mejor con los vinos tintos

Vamos a poner un ejemplo donde podremos entenderlo muy bien. El queso que se elabora en Menorca con leche de vaca, pasa por diferentes fases, desde tierno hasta viejo. Todo este proceso en la misma pieza; pasamos de tierno a semiseco, seco y viejo. 

En este caso, para un correcto maridaje vino y queso, con los dos primeros necesitamos un vino blanco joven o con algo de crianza. En cambio, para degustar los últimos lo haremos con un vino tinto

Maridaje vino y queso tierno

La pieza del queso recién o casi elaborado, tenemos que asociarla a juventud. Está cargada de agua, grasas y, normalmente también de unos aromas muy intensos. El vino blanco, con su frescura, se encargará de compensar todas estas cargas para que la degustación sea más llevadera. 

Maridaje vino y queso curado

En el caso de los quesos más curados, éstos se han deshidratado; todas las grasas y aromas se han concentrado y para buscar el equilibrio, beberemos un vino tinto. Acorde a la madureza del queso, elegiremos un tinto con más o menos crianza. 

Maridaje con queso de cabra o oveja

Parece sencillo, pero todo se puede complicar. ¿Qué pasa si el queso es de oveja o de cabra? Deberemos optar por los mismos criterios, teniendo en cuenta  que tanto un queso como el otro son mucho más intensos de sabor y aromas que los de vaca. Así pues, sea vino blanco o tinto, tendrá que ser también con más cuerpo. 

Pongamos otro ejemplo claro; los famosos quesos del norte de la península, en el cantábrico, cabrales y otros. En estos quesos todo es complejidad, hasta su vista nos resulta muy controvertida. Tienen cuerpo, poderío, amargura, acidez…realmente muy completos y además unos aromas realmente difíciles, sobre todo si tenemos que convivir mucho tiempo con ellos.

Podéis hacer la prueba vosotros mismos, y maridar este queso con un vino blanco y tinto. ¿Qué descubriremos y apreciaremos? Que el vino tinto queda totalmente anulado y el blanco acompaña perfectamente.

Sin embargo, te aconsejamos que el vino blanco sea con crianza, un blanco con años. Incluso podemos llegar a los vinos de Jerez, o según qué vinos blancos dulces naturales que no sean muy jóvenes…

Como ven en esto del vino para acompañar quesos hay mucho por aprender, escribir y probar. Tenemos que procurar comer y beber de forma saludable, y para esto el maridaje es básico. El objetivo es sencillo, que todo nos sepa mejor y que podamos disfrutar cada vez más.