El bouquet del vino hace referencia al conjunto de aromas que obtiene el vino a lo largo de su proceso de envejecimiento. Por supuesto, un vino joven también posee aromas aunque se trata de aromas primarios, tal y como hablaremos más adelante, y la intensidad del bouquet en el vino se produce cuanto mayor es el tiempo de crianza.
Bouquet es una palabra francesa que también significa ramo de flores. La misma palabra tiene dos términos diferentes aunque sí que guardan relación respecto al olor de las flores y el aroma del bouquet del vino por su intensidad. Seguramente habrás leído buqué del vino, que es como se emplea en algunas ocasiones en España además de en su lengua original.
A lo largo del proceso de envejecimiento, tanto en la barrica como en la botella, da lugar a que el vino adquiera sus propias notas específicas en función al tiempo de maduración, al tipo de uva o fruto de la fermentación. De esta manera, para muchos expertos el bouquet del vino es un sello de calidad porque vinculan el bouquet como un atributo positivo del vino.

Tipos de bouquet
Una vez que ya sabes qué es el bouquet en el vino, vamos a adentrarnos a conocer los tipos de bouquet que existen.
Se distinguen así dos tipos principales:
- Bouquet de oxidación: es el aroma del vino que, durante el proceso de fermentación en la barrica, ha estado en contacto con el aire. El vino con bouquet de oxidación puede disfrutarse en las horas o días siguientes de haber abierto la botella.
- Bouquet de reducción: por el contrario, este tipo de buqué se da cuando el olor no ha estado en contacto con el aire en el proceso de envejecimiento y normalmente han estado en botellas. Para poder apreciar el aroma en su totalidad, es fundamental beber el vino una vez abierta la botella.
Entre los aromas del vino identificamos frutas, flores, maderas, especies…, que se potencian cuando el vino se elabora y envejece. Pero, ¿cuál es la diferencia entre aroma y bouquet del vino? ¡Sigue leyendo y te resolveremos la duda!
Bouquet y aromas del vino, ¿son lo mismo?
Como hemos mencionado, el bouquet es la mezcla de aromas que adquiere el vino cuando envejece y los reconocemos con diferentes notas características. Sin embargo, el aroma y el bouquet del vino son dos conceptos que no deben confundirse.
En enología clasificamos los aromas del vino en primarios, secundarios y terciarios, según el tipo de vino, el proceso de elaboración y su envejecimiento:
- Los aromas primarios o aromas varietales son aquellos que se originan por la variedad de la uva y de su terreno. Se aprecian sobre todo en los vinos más jóvenes y se distinguen los aromas florales (flor de acacia, azahar, miel), afrutados (cítricos, frutas blancas, frutas de hueso) y vegetales (heno, canela).
- Los aromas secundarios se producen en el proceso de fermentación del zumo, en concreto con las levaduras, y se mantienen según la temperatura y la velocidad de la fermentación. Entre ellos predominan los aromas de panadería o los aromas lácticos.
- Los aromas terciarios corresponden con el bouquet. Es decir, son los aromas que se originan con la mezcla de todos los ingredientes y en las etapas de fermentación, elaboración y envejecimiento. Entre ellos identificamos los aromas a madera, a especias o los aromas empireumáticos (cacao, frutos secos tostados, pan tostado…).
Trucos para descubrir el buqué del vino
¿Quieres dar un paso más para entender de vinos? Toma nota de estos 5 trucos para descubrir el buqué del vino:
- Fíjate en el color: más allá de si es vino blanco o vino tinto, se debe observar la claridad y el brillo, que responde un vino joven, o si presenta un tono más oscuro, propio de un vino más envejecido.
- Mide la densidad del cuerpo del vino: al mover ligeramente la copa de vino, se puede apreciar la densidad de la lágrima de vino y, a mayor densidad, más graduación alcohólica.
- Identifica los aromas: el olfato te ayudará a reconocer la variedad del vino según sus aromas (florales, frutales, madera…) y para ello debes primero oler el vino con la copa en pausa y después dibujar círculos con la copa para oler los aromas por segunda vez.
- Degusta el vino: la última fase de la cata es a través del gusto. Saborea el vino lentamente para apreciar su textura y distinguir si es dulce, salado, amargo o ácido. Además te permitirá detectar otros aromas.
- Repite el proceso y deleita tus sentidos con el vino.

Como has podido descubrir, para apreciar el bouquet del vino es importante activar los sentidos de la vista, el olfato y el gusto. Siguiendo estos pasos, poco a poco tus sentidos se acostumbrarán a distinguir los diferentes aromas y sabores del vino, y podrás reconocer cuáles son los vinos con bouquet.